Parece una obviedad, pero no la es. ¿Por qué empieza el año el 1 de Enero?
Un año no es más que el período de tiempo (contado en días) que el planeta en el que vamos montados necesita para realizar una vuelta entera alrededor de nuestra estrella, el Sol. Ahora bien, ¿por qué empezar a contar desde la posición en que se haya el 1 de Enero? Evidentemente no todas las culturas cuentan a partir de esta fecha, de hecho la nuestra tiene la peculiaridad (aunque supongo que no singularidad) de no marcar el inicio del año en función a ningún evento astronómico.
En la antigua Roma se iniciaba el año alrededor del principio de Marzo, es decir cerca del solsticio de primavera que marca el inicio de la primavera y el despertar de la naturaleza. Fue Julio César quien decidió en el 47 a.C. cambiar el inicio del año al principio del onceavo mes. El motivo fue político y militar. Los cónsules eran elegidos ese mes, en enero, sin embargo el año administrativo no comenzaba hasta marzo, por lo que había dos meses de diferencia. Al hacer coincidir ambos eventos (y hacerlo en enero y no en marzo) lo que se consiguió fue más tiempo para poder gestionar los recursos para preparar las campañas militares, que en aquellas edades se llevaban a cabo casi siempre en verano.
Por lo tanto cuando celebramos el fin del año y el año nuevo, en realidad estamos celebrando… nada, no sucede nada que se pueda usar como indicativo de principio o final del ciclo. A mi entender lo lógico cuando quieres marcar un principio en un ciclo continuo es escoger como tal a uno de los dos extremos (solsticios) o a uno de los dos medios (equinoccios). Cuando empieza un nuevo año, en nuestra mente se nos evoca un nacimiento, y ¿en que momento parece “nacer” el mundo? En primavera. En mi opinión el momento debiera ser (como lo es para los persas zoroastristas por ejemplo) el equinoccio de primavera, el 20 de marzo.
En nuestro caso es cierto que el año nuevo cae cerca del solsticio de invierno (por pura casualidad)… pero en la antigüedad la Natividad del Sol era más bien considerada el principio del embarazo que concluirá en primavera cuando nace el año, la vida, aunque el Sol se estuviera gestando desde el solsticio de invierno.
Sea como sea, no dejo de desearos a todos un feliz año 2009, empiece cuando empiece.
Un año no es más que el período de tiempo (contado en días) que el planeta en el que vamos montados necesita para realizar una vuelta entera alrededor de nuestra estrella, el Sol. Ahora bien, ¿por qué empezar a contar desde la posición en que se haya el 1 de Enero? Evidentemente no todas las culturas cuentan a partir de esta fecha, de hecho la nuestra tiene la peculiaridad (aunque supongo que no singularidad) de no marcar el inicio del año en función a ningún evento astronómico.
En la antigua Roma se iniciaba el año alrededor del principio de Marzo, es decir cerca del solsticio de primavera que marca el inicio de la primavera y el despertar de la naturaleza. Fue Julio César quien decidió en el 47 a.C. cambiar el inicio del año al principio del onceavo mes. El motivo fue político y militar. Los cónsules eran elegidos ese mes, en enero, sin embargo el año administrativo no comenzaba hasta marzo, por lo que había dos meses de diferencia. Al hacer coincidir ambos eventos (y hacerlo en enero y no en marzo) lo que se consiguió fue más tiempo para poder gestionar los recursos para preparar las campañas militares, que en aquellas edades se llevaban a cabo casi siempre en verano.
Por lo tanto cuando celebramos el fin del año y el año nuevo, en realidad estamos celebrando… nada, no sucede nada que se pueda usar como indicativo de principio o final del ciclo. A mi entender lo lógico cuando quieres marcar un principio en un ciclo continuo es escoger como tal a uno de los dos extremos (solsticios) o a uno de los dos medios (equinoccios). Cuando empieza un nuevo año, en nuestra mente se nos evoca un nacimiento, y ¿en que momento parece “nacer” el mundo? En primavera. En mi opinión el momento debiera ser (como lo es para los persas zoroastristas por ejemplo) el equinoccio de primavera, el 20 de marzo.
En nuestro caso es cierto que el año nuevo cae cerca del solsticio de invierno (por pura casualidad)… pero en la antigüedad la Natividad del Sol era más bien considerada el principio del embarazo que concluirá en primavera cuando nace el año, la vida, aunque el Sol se estuviera gestando desde el solsticio de invierno.
Sea como sea, no dejo de desearos a todos un feliz año 2009, empiece cuando empiece.
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