miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz Na(ti)vidad

Llega de nuevo la Navidad, y de nuevo lo que podría ser no es. Me resulta bastante triste ver como aunque algunas formas se conservan en cierta medida, el fondo, el sentido, de esta fiesta se ha perdido. Y no me refiero al sentido cristiano, o católico de la fiesta, si no al sentido más antiguo, más profundo. Además, a la práctica, estas fechas se reducen a ver familia que no veíamos en siglos, atiborrarnos de comida hipercalórica, y en gastar y gastar, aunque sea de buena voluntad. Quizá vaya bien recuperar un poco el origen de toda esta parafernalia.

La fiesta de la Navidad la celebraban varios pueblos mediterráneos antes de la aparición del cristianismo. Leyendo la Biblia vemos como Jesús, si existió, no pudo nacer en invierno si no en primavera o verano. Como la fecha exacta de su nacimiento no viene detallada, la iglesia primitiva (300 años después de la muerte de Jesús) decidió establecer su nacimiento el 25 diciembre, fecha en que en el Imperio se celebraba el nacimiento del dios Sol Invictus y del dios Mitra (de origen Persa y también solar). Los pueblos germanos también celebraban en esas fechas Yule, otra fiesta solar. La iglesia utilizó el sincretismo desde su origen para ayudar a la difusión de la nueva fe. Por este motivo la verdadera significación de la Navidad no es cristiana. Muchas formas precristianas se han mantenido (la luz, el árbol de navidad/tió de nadal, la fecha de celebración, dar regalos…) pero poca gente se para a pensar el porqué y el para qué de todas estas tradiciones. Porque muchas de estas formas no se pueden relacionar directamente con el credo cristiano, es más algunas estuvieron perseguidas por la iglesia.

A nadie se le escapa que el solsticio de invierno (el 21 de diciembre) tiene algo que ver con todo esto, que las tradiciones del árbol de navidad, o de “fer cagar el tió” tienen más de paganas que de cristianas, pero creo que es necesario revalorizar esta fiesta y devolverle su sentido original.

El 21 de diciembre es el solsticio de invierno, la noche más larga del año, y por lo tanto marca el cénit de oscuridad en el ciclo anual. Sin embargo justo después del máximo de oscuridad comienza el sol a ganar terreno de nuevo, los días vuelven a alargarse y nos vamos acercando poco a poco a la primavera y al despertar de la naturaleza. Muchas culturas celebraban alrededor del solsticio, probablemente 3 días después (que casualidad que Jesús resucitó al tercer día), esto es el amanecer del 25, el renacimiento del Sol.
El hombre desde muy antiguo se ha considerado parte operante dentro del cosmos, y se ha creído con el deber y el poder de actuar sobre la naturaleza, para ayudarla a mantener su equilibrio (o modificarlo en su propio favor, como veremos cuando llegue San Juan).

En este caso para ayudar a que el Sol renazca lo que se hace durante el solsticio (y alrededores) es encender fuegos, es decir luces, derivadas hoy día en luz eléctrica, para impulsar al astro en su resurgir. El leitmotiv detrás del árbol de navidad y del tió de Nadal es muy similar. Durante el invierno (máxime en el solsticio) la naturaleza se haya dormida, y no da frutos, es el momento en que más ayuda necesita para que en primavera vuelva a despertar. Se toma un árbol del bosque y se lleva a casa, se le da calor y luz, y se le cuelgan frutas (en forma de bolas hoy día) para que el bosque haga lo mismo.
El tió de Nadal es muy similar, una cepa de árbol que se entra en casa para ponerlo al fuego, se le da de comer, y lo más divertido: la noche del solsticio (o el 24-25 resurgimiento del Sol) se la da de hostias para despertarlo. A posteriori el tió nos da comida (que es lo único que regalaba antiguamente y me atrevo a pensar lo mismo del árbol de navidad).

Así vemos que estamos realizando actos mágicos cada navidad sin darnos cuenta, y es una magia que sigue los dos principios básicos: el de similitud (o mimética) y el de contacto.

Lo importante es que más allá de la ancestral explicación, de conocer lo que significa, pensemos qué nos puede aportar a los hombres del siglo XXI. Lo importante es el significado último, el último trasfondo. De esta fiesta podemos extraer un mensaje de la naturaleza, y es un mensaje de esperanza, de renacimiento y de luz que siempre regresa tras, incluso, la mayor oscuridad. Podemos conocer cómo el universo se expresa a través del cambio, a través de los opuestos complementarios, y cómo el hombre forma parte de ese gran esquema, de ese abismal equilibrio en cambio constante.



(El dios Sol Invictus, versión romana del persa Mitra, también hindú, en una moneda)

Esta navidad no te limites a engordar y a hacer regalos, sé testigo de la Natividad del Sol y celébrala fuera y dentro de ti.

martes, 9 de diciembre de 2008

Renacimiento a través de la suspensión corporal.

La suspensión corporal es una de las formas de modificación corporal que más impactantes pueden resultar a las mentes susceptibles. Puesto que una imagen continúa valiendo más que mil palabras, y para que quede claro que es la suspensión un ejemplo de un sujeto practicándola:


Evidentemente muchos realizan estas prácticas como mero entretenimiento. Además de lo espectacular de la acción, el placer de su realización tiene el mismo origen que en el resto de las prácticas masoquistas: el dolor hace liberar endorfinas en el organismo las cuales producen bienestar, una vez trascendido el dolor.

Sin embargo, hay quienes practican la suspensión como un acto de espiritualidad. Al parecer varias tribus nativas americanas (los Mandan) practicaban la suspensión corporal durante ritos iniciáticos, de paso a la edad adulta. En la mayoría de culturas donde se realizan estos ritos suponen una muerte-resurrección y en ocasiones emulan al parto, usando elementos acuáticos (probablemente el rito iniciático cristiano del bautismo en su origen contenía esta concepción también). Se trata de morir al hombre viejo para renacer a un hombre nuevo (otro símil es la costumbre de bañarse en Finisterre tras acabar el Camino de Santiago y dejar que 9 olas pasen sobre uno).



Ceremonia Okipa según George Catlin, circa 1835.

En este caso la suspensión emula el estado intrauterino, cuando nos hayamos suspendidos en el vientre materno. El dolor del nacimiento se vive realmente de nuevo en el cuerpo a través de las perforaciones. Por otro lado además el dolor es en si mismo una vía de unión extática, puesto que al utilizarse como objeto de meditación permite hacernos conscientes de la diferencia que existe entre nuestro verdadero yo (la conciencia) y nuestro cuerpo físico. Prácticas hasta cierto punto parecidas se hayan en la India, en que el cuerpo es atravesado por ganchos, aunque no existe suspensión.


Esta práctica se enmarca pues en una de las tantas espiritualidades laicas de hoy en día, por más que haya muchos que no la entiendan, incluso entre los que la practican.

domingo, 23 de noviembre de 2008

(Poli)Amor natural versus la falacia de la monogamia.

Uno de los tabú que al respecto del sexo y las relaciones amorosas persisten en nuestra sociedad es el que hace referencia a la poligamia. La única opción ética y legalmente correcta que existe es la de la monogamia: la poligamia es ilegal en nuestro país, y el matrimonio supone un contrato de fidelidad (aunque cierto es que no define este concepto). Sin embargo múltiples pruebas apuntan a que el ser humano es una especie polígama por naturaleza, siendo la monogamia y la vida en pareja una convención social de unas pocas culturas (por más que éstas representen gran parte de la población mundial). Según Murdock, en su atlas etnográfico, un 84% de las culturas son poligámicas, aunque de estas 708 son en forma de poliginia (un hombre con varias esposas) y solamente 4 son también poliándricas (una mujer con varios esposos), no siendo ninguna tan solo poliándrica. Esto demuestra que la monogamia no es opción más común entre las culturas, aunque es cierto que es la de las de más éxito económico; también demuestra, pero ese es otro tema, la masculinización de todas las culturas.

Me parece de gran interés varios estudios realizados (como el de la UNAM) en los que parece demostrarse que hormonalmente aquello que podemos definir como amor (o quizá mejor es llamarlo enamoramiento) tiene una fecha de caducidad de aproximadamente 4 años. Este es el tiempo necesario para concebir una cría y cuidarla durante los años de su mayor indefensión. Este factor, aislado, daría como resultado que el ser humano es secuencialmente monógamo, que es de hecho lo que se da (o mejor dicho se acepta) con más frecuencia en nuestra sociedad. Sin embargo hay otros factores que apuntan a que el ser humano no es ni tan siquiera monógamo secuencial.
Tenemos los aspectos fisiológicos y anatómicos que según los científicos nos asemejan con las especies polígamas de primates (que son la inmensa mayoría). Por ejemplo, está demostrado que el sueño post-copula en los hombres tiene un origen hormonal: esto deja al macho dormidito mientras que la hembra pueda copular con otros machos lo que permite la competencia espermática. Por otro lado el hecho de que la mujer sea multiorgásmica y el hombre no apunta hacia el mismo hecho: el hombre con uno tiene para un rato, la mujer puede seguir con varios.
Además del hecho que ya he comentado sobre el porcentaje de culturas no monogámicas, alguna sociedad como la de los Mosuo no se organiza en parejas. Los hombres viven en casa de su madre (y sus familiares), y hace visitas nocturnas a múltiples parejas sexuales, aún siendo cierto que lo pueden ser durante largos períodos de tiempo. Las mujeres tienen igualmente varias parejas. Se tiene madre por tanto, pero no padre. Hay quien defiende que este tipo de sociedad es la original de la especie humana. Generalmente estas culturas no conocen la relación entre sexo y reproducción, aunque parezca evidente hace falta reflexionar sobre el tema para percatarse de ello. Algunos mantienen la hipótesis de que en el momento en que la sociedad relaciona ambos factores se establecen vínculos emotivos entre el padre y el hijo, y para asegurarse que el hijo es de uno se estableció el matrimonio (monogámico o no), así de triste. Como curiosidad, Platón planteaba un tipo de estructura social relativamente parecida en su República, en la que no existiría el matrimonio y en el que los hijos serían criados por la comunidad, sin conocer ni al padre ni a la madre.

Pero, a pesar de todo lo dicho, la prueba más evidente de la falacia de la monogamia (como única opción válida) es que las relaciones extramatrimoniales son algo totalmente común. En las especies monógamas (como en la cigüeña por ejemplo) esto no existe, y sinceramente no me imagino a la cigüeña teniendo que reprimir ningún sentimiento de lujuria “extramarital” (simplemente no lo tienen). Por tanto, si existe el deseo es que es natural, y si es natural, ¿cómo puede ser malo o perjudicial? Lo perjudicial es la mentira, el engaño, la represión y la culpa. El sentimiento de posesión es en realidad lo que lleva a mucha gente a desear la monogamia. La nuestra es una cultura en que lo mío es solo mío y tengo poder exclusivo sobre ello (decimos “mi hijo” y “mi moto”, en ambas expresiones se denota posesión, y no por ejemplo hijo de mi cuerpo, que sonará raro pero es lo cierto).

El poliamor es cualquier tipo de relación en que se permiten otras relaciones, sexuales y/o amorosas, duraderas o no. Las variaciones de esta práctica son muchas existiendo acuerdos muy diferentes: desde en los que conviven más de dos personas, hasta los que siendo emocionalmente monógamos permiten las relaciones sexuales fuera de la pareja. Probablemente el poliamor es en realidad la opción natural y original, y para nada es excluyente con el amor que podamos sentir por alguien (y que va más allá del aspecto hormonal de enamoramiento de los cuatro años). Supone además una relación sana, nada posesiva, respecto al compañero o compañeros. Cuando se ama a alguien de verdad se entiende que no se posee a esa persona ni emocionalmente ni, mucho menos, físicamente.

(Imágen de la portada del libro "Las virtudes del poliamor" de Yves-Alexander Thalmann)


“…la posesión de las mujeres, los matrimonios y la procreación de los hijos deben, conforme al proverbio, ser todos comunes entre amigos en el mayor grado posible.”
La República, libro IV. Platón.

Un par de links:

http://www.poliamoria.com/

http://www.spanish.xinhuanet.com/spanish/2005-07/27/content_144115.htm (acerca de los Mosuo)


viernes, 14 de noviembre de 2008

“El sol es gente buena” La naturalidad del pensamiento animista.

El protagonista homónimo del film Dersu Uzala, de Akira Kurosawa, es un cazador animista. Dersu tiene un pensamiento a la vez simple y profundo, expresado en sentencias como esta: “el sol es gente buena”.
El animismo es aquella concepción que concibe un espíritu, una consciencia, a todo objeto de la naturaleza, inanimados incluidos. Este tipo de pensamiento supuestamente está más que superado en nuestra cultura. Y digo supuestamente, porqué yo mismo he podido escuchar a profesores (más de uno y más de una vez) de universidad otorgando (de manera inconciente claro) a la selección natural una voluntad, hablando de ella como si tuviera.

Lo cierto es que, en mi opinión, el ser humano es por naturaleza animista. La mente, en un principio, no diferencia claramente entre lo vivo y lo no vivo, por extrapolación otorga a todo capacidades y características humanas. Una demostración clara de todo esto la puedo observar en mi propio hijo. Con un año y medio si le pides que le diga buenas noches a la luna antes de ir a dormir, no se gira y te mira como diciendo: “¿eres imbécil? La luna no es una persona que pueda responder…” Al contrario está de lo más feliz de poder despedirse de ese ser tan especial, brillante en mitad de la oscuridad. Pero vamos, que la misma ilusión le hace saludar a una moto, y sin conductor.El argumento de que la razón nos permite de adultos reparar nuestro error y entender que los objetos no tienen ningún “espíritu” me parece correcto y adecuado solo hasta cierto punto. Es evidente que sería un error creer que el sol como ser animado y con una conciencia pudiera decidir abruptamente apagarse. Pero tengo mis dudas de si este tipo de creencias no son más fruto de la razón que no del instinto. Es decir, el animismo en su más básica y simple expresión consiste en concebir todo en el cosmos con una esencia más allá de la física, aún incluso concebir que todo contiene una forma de conciencia. Pero no debemos confundir conciencia con mente, la mente tiene pensamientos, emociones etc… la conciencia es desnuda. Si concebimos el animismo de esta manera nos encontramos a tan solo un paso del monismo (todo es uno), del panteísmo (todo es Dios) y sobretodo del panenteísmo (todo es Dios, y estando Dios en todo, todo tiene alma y conciencia). Hoy en día la ciencia, en mi opinión, es preeminentemente monista: todo cuanto existe deriva de un solo punto (Big Bang), las cuatro fuerzas básicas de la naturaleza se cree que no son más que expresiones de una única, etc. ¿La mente humana funciona como mediadora de algo universal?

Sea como sea, un pensamiento animista, o al menos parcialmente animista, nos otorga una visión más holística y respetuosa (también ecológica) con todo lo que nos rodea. Nos ayuda a concebirnos como una parte más de un conjunto animado, vibrante y nos puede hacer sentir más integrados, menos alienados.

Así que mi consejo es: dile buenas noches a la luna, y escucha la respuesta.




jueves, 6 de noviembre de 2008

“Antes de santa, puta” Libertinaje y espiritualidad.

Siddhartha Gautama vivió entre los años 560 a.C. y el 480 a.C. Príncipe en el clan de los Sakya, se crió en la opulencia del palacio de su padre, rodeado de lujos materiales, deducimos que también sexuales, y alejado de la vida espiritual. Se casó y tuvo un hijo cuando tenía cerca de 30 años. Al descubrir la vejez, la enfermedad y la muerte, Siddhartha abandonó su familia para buscar la liberación. Tras su despertar fue llamado Buddha.

Ramón Llull vivió entre el 1232 d.C. y el 1315 d.C. Hijo de una familia noble catalana, entró a formar parte de la corte de Jaume I. En la corte, Ramón vivió una vida de placeres materiales, se casó y tuvo dos hijos, además de numerosas amantes. Cuando tenía aproximadamente treinta años tuvo una visión extática tras la que dejó su herencia a su familia para dedicarse a Dios. Es, sin duda, el mayor místico en la cultura catalana.

La mayoría de las religiones establecidas nos intentan guiar y conducir por el que creen el “buen” camino, es decir por la parte final de la biografía de estos dos personajes. Pero lo cierto es que podemos dudar mucho de que ambos llegaran a ser quienes fueron si no hubieran pasado antes por la fase anterior. Me imagino a Ramón Llull internado en un monasterio desde joven…. de mayor se dedicaría a petar el culo de los monaguillos en vez de ser un erudito.

Cierto que no todos los libertinos pasan luego a ser grandes místicos, cierto que no todos los grandes místicos han pasado una fase libertina, pero lo que es innegable es que todos los que lo han llegado a ser lo consiguieron de manera espontánea, siguiendo su propio camino, no las reglas establecidas en su momento. Y yo creo, rotundamente, que la mayoría de mortales necesitan pasar por una fase libertina, ya no incluso para poder llegar a ser grandes místicos, si no porque no hay nada malo en ello, al contrario nos acerca más a nuestra esencia, demos los siguientes pasos o no.




Por otro lado esos siguientes pasos no tienen porqué ser iguales para todo el mundo. Hay vías místicas (como ramas del tantrismo y del taoísmo) en que el mundo material, de los sentidos, el cuerpo físico, no se niegan nunca, si no que se subliman haciéndose trascendentes. Estas vías usan también el sexo como camino hacia la Unión. Eso sí, no es un sexo “normal” si no que supone una actitud determinada, en un “régimen” controlado, con una serie de ejercicios y visualizaciones, y a veces rituales etc…

De las corrientes que conozco quizá fue la de los seguidores de Carpócrates quienes más abiertamente trataron el tema. Animaban a los seguidores a seguir sus impulsos, no solamente sexuales, para aprender de ellos y evolucionar cada uno hacia su propia vía. La cima de la montaña es una, pero los caminos que llevan hasta ella son muchos. Se dice que los carpocracianos participaban de orgías, tenían (tanto hombres como mujeres) múltiples parejas sexuales, realizaban diversos tipos de práctica sexuales etc… Según su opinión, creían que el ser humano se reencarna hasta haber aprendido todo lo que debía aprender. Y cuando entendían que su verdadera esencia era la misma que la de Él, sabían que no había nada que pudiera mancillar esa esencia, pues es inafectada, y nada de lo que haga el cuerpo físico (creado también por Él para que disfrutemos y suframos) puede afectarle.


Eva, quien escuchó a la serpiente y comió del árbol del conocimiento y por tanto representa la faceta espiritual del ser humano, surgió de Adán, la faceta mundana y material. No podemos ser Eva sin ser antes Adán, no podemos ser santas sin ser antes putas.

viernes, 31 de octubre de 2008

Y tu bebé, ¿se porta bien? No, le tengo puesta una denuncia por malos tratos. Educación consciente.

Respuestas parecida a esta dí alguna vez durante los primeros meses de vida de mi hijo, aunque fueron menos de las que querría (aún tengo algo de vergüenza por perder pero estoy en ello, tranquilos). Lo cierto es que, más allá de lo divertido que fue ver la cara de alguno de los interlocutores, se trata de una de las preguntas más absurdas que me han hecho nunca. Realmente desespera ver como los grandes males de nuestra cultura se nos inculcan ya desde pequeños. Antes de seguir con esta breve reflexión tengo que decir que se lo difícil que es el ejercer la paternidad. No es mi objetivo criticar si no hacer reflexionar sobre como influimos sobre los niños. También tengo claro que mientras exista amor y respeto los males serán menores, pero es que soy perfeccionista por naturaleza. Sigamos pues.

¿Cómo un crío de unas semanas puede ser malo? Es realmente absurdo, la gente cuando hace este tipo de preguntas no es consciente de lo que está diciendo. Está claro que generalmente debemos traducir la pregunta a si duerme y come bien, etc. pero sobretodo a si llora mucho y si te deja dormir por las noches.
Desde que nacemos ya nos estan diciendo que llorar es malo, porque molesta a los demás. Al puto infierno con los demás, a mi lo que me interesa es sentirme bien y que mi hijo crezca confiando en si mismo, expresando y no reprimiendo, siendo consciente de que las cosas en la vida no son “buenas” o “malas”. Nos pueden hacer sentir bien o mal, pero de todas aprendemos y toda emoción tiene su utilidad y debe expresarse.
Nos reprimen y nos enseñan a dar un juicio de valor negativo a ciertas emociones: tristeza, miedo, ira, ansiedad. Una vez oí a un niño pequeño decir a su padre por la noche, en la calle: papá tengo miedo de la oscuridad, y el pobre de su padre le respondió: no tengas miedo que es una tontería, y yo estoy aquí contigo y no te pasará nada. Dí que sí, “dobledosis” de falta de autoconfianza y represión. El miedo es natural, hay que aceptarlo para que nos sea útil y hacerlo por nosotros mismos.

Si queremos que nuestros hijos se conviertan en adultos seguros de si mismos, equilibrados y que sepan sacarle todo el jugo a la vida debemos aceptar sus sentimientos, dejar que se expresen, permitir que aprendan por ellos mismos, de sus fracasos y de sus éxitos. Dejar que expresen de manera adecuada sus emociones.

Y el sexo, qué decir de la sexualidad durante la edad infantil. Nos hacen creer que no existe, nada más lejos de la realidad. La sexualidad forma parte del ser humano casi desde que nace. No hay nada mejor para conseguir que una emoción se potencia que negarla. Niega el miedo y tendrás miedo al miedo, niega la ira y te dará ira la ira, te dará pena la pena, y te excitará la excitación.
Aceptar la visión de la desnudez en la infancia, permitir la exploración de su propio cuerpo y el de sus padres, son las mejores maneras para evitar que de adulto se convierta (sobretodo en el caso masculino) en un adicto al sexo.

Mucha gente siente una gran irritación al oír el llanto de un niño. Es muy posible que, además de sentir la necesidad programada biológicamente de ayudar a una cría de nuestra especie, se despierte en nosotros el recuerdo de la represión sufrida de pequeños. Con frases como “no llores que sin llorar estás más guapo” o con acciones como usar el chupete en cuanto empieza el llanto es como se reprime esta necesidad básica. Negar partes de nuestro ser es la mejor manera para acabar siendo arrastrados por ellos. Probablemente si permitiéramos expresar a nuestros hijos libremente sus necesidades (pena, ira, miedo) a través de los medios naturales (llanto, grito etc) de adultos sufrirían menos de depresión, de ansiedad, de fobias, de baja autoestima etc. ya que gozarían de una mayor integridad personal.

Está claro que todos arrastramos un bagaje propio y que es difícil salir de la rueda en la que estamos inmersos. Pero mediante la autoobservación, la reflexión y la aceptación de nuestras propias limitaciones podemos hacer que la rueda se detenga de una vez.
Cuando oigas llorar a un niño no pienses que es malo, el sufrimiento no está en el llanto, el llanto es la expresión de una emoción. Reprimiendo el llanto reprimes la emoción, no permites que pase si no que provocas que quede estancada. Cuando oigas llorar a un niño no pienses en que deje de llorar, pregúntate más bien si tú has llorado lo suficiente, si no es así y si tienes valor llora tú con él.

“Bienaventurados los que lloran, pues de ellos es el reino de los cielos”.

Más información: www.awareparenting.com/spain.htm

viernes, 24 de octubre de 2008

Hágase tu voluntad, el vínculo entre misticismo y dominación/sumisión

El misticismo, en última instancia, pretende que el adepto cese en su identificación con respecto a su cuerpo y a su mente (emocional y racional). Mediante este vacío, esta negación del falso yo o del ego, se abre la puerta a la identificación con la totalidad, con la divinidad (reciba esta el nombre que reciba: Dios, Brahman, Tao etc.).
Existen muchas vías para recorrer hacia éste final pero en mayor o menor medida (y en un momento u otro del camino) todas necesitan esta entrega de la voluntad, esta sumisión a lo trascendente. El episodio en que Jesús, en el jardín de Getsemaní, se entrega en total sumisión a los designios del Padre refleja este concepto. Así siendo crucificado puede resucitar siendo igual a Dios.

Hágase tu voluntad y no la mía
(Jesús en el huerto de Getsemaní, de Heinrich Hofman)

Bdsm es el acrónimo de bondage (la práctica de atar durante el sexo), dominación (que se refiere a las prácticas de intercambio de poder, o dominación/sumisión) y sadomasoquismo (obtener placer mediante la superación del dolor). Ciertamente englobar estas tres prácticas en un solo concepto es arriesgado puesto que cada una no comporta a la fuerza las otras. Alguien puede practicar bondage y no el resto, y así sucesivamente, aunque en cierto modo todas suponen un pequeño porcentaje del resto. El ser atado obliga a asumir hasta cierto punto un rol de sumiso y a la vez asumir un cierto nivel de dolor o de malestar.
Aunque el dolor como vía espiritual también es interesante, en este caso me centraré en la práctica de Dominación/sumisión (D/s). La D/s no es otra cosa que una magnificación de relaciones que suelen establecerse durante el sexo, llamémoslo así, convencional. En éste puede encontrarse quien adopta un rol pasivo y quien adopta uno activo, pudiendo ser siempre así o cambiando en función de la pareja o de la situación. Igualmente en la D/s hay quien ejerce solamente de amo/a o de sumiso/a y hay quien cambia de rol (a quien en inglés se llama switch, interruptor). D/s es pues una magnificación del control ejercido (con consentimiento previo) y puede suponer varias prácticas como órdenes, insultos, humillación, bondage, sadomasoquismo etc… en función de los gustos de los practicantes.


(de la obra Revenge, de la fotógrafa Ellen Von Unwerth)


Independientemente de las prácticas, lo importante para este tema es el hecho de entregar la propia voluntad a otra persona. Estoy firmemente convencido que el ser humano busca siempre incluir en su vida, de una manera u otra, la trascendencia, el hecho de experimentar la realidad fuera de uno mismo ya sea a través de la droga, del alcohol, de la lectura de novelas, de actividad física, del misticismo etc… La D/s supone de manera inconsciente otro tipo más de trascendencia. Esto es así también para quien ejerce el rol dominante (aunque es más evidente en el caso del sumiso/a). El dominante también encuentra sobrepasado su propio yo por el deseo hacia su sumiso/a, y acaba siendo también esclavo del propio deseo. La cábala judía considera que tanto busca el hombre a dios, como dios al hombre.

La única diferencia entre la D/s “normal” y la vivida como un hecho espiritual es la perspectiva con la que se realiza. Cuando se toma consciencia de las implicaciones que se pueden derivar de su práctica a nivel de desarrollo de la consciencia mediante la superación del ego, cuando se entiende que el amo/a funciona como canal de una fuerza, como una emanación, el acto de entregar la voluntad durante el sexo se vuelve igual al acto de entregar la voluntad en absoluto. La D/s pasa de ser un final para convertirse en el medio (la superación del ego) hacia otro final superior.

En algunas ocasiones tan solo se puede ejercer la dominación después de un aprendizaje en la sumisión. Como en la mística, tan solo nos podemos identificar con el Señor, después de haber sido su más humilde sirviente.

viernes, 17 de octubre de 2008

Jesús, el hijo gay de Dios, o sobre la naturaleza de la homosexualidad

“Si es que de una aberrante relación zoofilica entre una paloma y una mujer no podía salir nada bueno…. ¡Un hijo invertido!” Ésta podría ser la reflexión de algún recalcitrado conservador, pero eso sí no de uno católico. Porque, claro, lo de los demás es una mentira, pero lo mío es cierto.

El texto que reproduzco a continuación pertenece al llamado evangelio secreto de Marcos que circulaba, alrededor del siglo II d.C., entre los seguidores de Capócrates (quienes recibirán un homenaje por mi parte más adelante). Nótese que habla del mismo episodio que Juan 11:41-44 con algún añadido (¿o quizá es a Juan al que le falta algo?) :

"Y llegaron a Betania, y había allí una mujer cuyo hermano había muerto. Llegó, se postró de rodillas ante Jesús y le dijo: 'Hijo de David, ten piedad de mí'. Pero los discípulos la reprendían. Jesús se enfadó y se fue con la mujer hacia el jardín donde estaba la tumba. Y al instante se oyó desde el sepulcro una gran voz; y acercándose Jesús hizo rodar la piedra de la puerta de la tumba. Y en seguida entró donde estaba el joven, extendió su mano y lo resucitó. Y el joven, mirando a Jesús, sintió amor por él y comenzó a suplicarle que se quedara con él. Y saliendo de la tumba, se fueron a la casa del joven, pues era rico. Y después de seis días le dio Jesús una orden; y cuando cayó la tarde vino el joven a Jesús, vestido con una túnica sobre el cuerpo desnudo. Y permaneció con él aquella noche, pues Jesús le enseñaba el misterio del reino de Dios. Y saliendo de allí se volvió a la otra ribera del Jordán.".



(Pido disculpas al autor bizantino de tan bello icono, puesto que le he añadido un pequeño detalle para la ocasión).



Para la mayoría de nuestra sociedad (creyente o no) es realmente chocante que alguien pudiera considerar a Jesús como homosexual, o en todo caso como bisexual. De hecho para algunos resulta chocante considerarlo simplemente sexual, claro está. Lo cierto es que la homosexualidad puede ser valorada de muchas maneras. Para ciertos grupos de la época de la que hablamos se trataba de un acto iniciático de profundas y espirituales implicaciones. Puesto que se trata de introducir la vida (el sexo y el esperma) en la muerte (el lugar de nuestro cuerpo destinado a expulsarla), simboliza la unión de los contrarios, la superación de la dualidad, objetivo primordial en muchas vías místicas.
Para saber más de Carpocrates, y de otras valoraciones sagradas de la homosexualidad: http://www.antinopolis.org/carpocrates.html

Queda claro pues que la homosexualidad puede ser leída e interpretada de maneras muy diferentes. Lo que cabe preguntarse es si este comportamiento es exclusivo del género humano o no, en otras palabras de si se trata de un hecho cultural o genético (pregunta que viene a ser la misma, aunque no del todo). El hecho de que el ser humano separe el sexo de la reproducción podría ser un motivo para pensar que es cultural (como muchas parafilias). Pero lo cierto es que los animales aunque no separen sexo de reproducción no dejan por ello de sentir placer con el sexo (de hecho es un mecanismo para que tengamos sexo, así obtenemos una recompensa sensacional por reproducirnos, o intentarlo).

Hace tiempo que viene observándose comportamientos homosexuales entre muchas especies animales, y de hecho cada vez se detecta más. Se sabe que incluso entre los pingüinos se forman parejas homosexuales estables que toman piedras a modo de huevos y los incuban. Si se sustituyen las piedras por huevos, crían perfectamente a los pequeños polluelos. Por tanto queda perfectamente claro que la homosexualidad no es antinatural como algunos pretenden. Más información: http://www.elmundo.es/elmundo/2006/10/27/ciencia/1161950798.html y como no en la wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Homosexualidad_en_animales


Ahora bien este comportamiento tan extendido en la naturaleza, ¿qué origen tiene? No hay que olvidar que las diferencias entre el sexo femenino y el masculino son mínimas, siendo el segundo una modificación del primero (para los hombres, ¿no os habéis preguntado nunca para qué tenéis pezones si no podéis dar el pecho?). Esto permite que una pequeña variación genética (pudiera ser por ejemplo en los receptores de feromonas) fuera suficiente sentir atracción por el mismo sexo. Esto no quita que la educación y el ambiente social influyan en gran medida en nuestra orientación sexual, que por otro lado y debido a eso es más flexible y mutable de lo que tendemos a creer o aceptar (sea cual sea nuestra orientación sexual). En definitiva, con toda probabilidad la homosexualidad surge a raíz de varios factores, y esto es más cierto en el ser humano.

Sea como sea, algunos se preguntan ¿qué beneficios aporta esta conducta a nivel de capacidad de adaptación de la especie? Primero hay que tener claro que el hecho de que un comportamiento o variación genética-cultural se encuentre en una especie no supone a la fuerza un valor de adaptación. Hay muchas variedades genéticas que producen enfermedad y que siendo frecuentes no constituyen un beneficio al individuo. En este sentido muchos pueden argumentar que aunque no sea antinatural sí es una enfermedad, puesto que impide que los individuos homosexuales tengan hijos biológicos, o al menos reduce sus posibilidades. A este respecto es fácil contra argumentar, ¿incluimos pues a los ascetas, curas y monjes de todo el mundo en la categoría de enfermos? Como no tienen hijos…
Realizando un análisis más profundo, se podría aceptar que, sin poder clasificarse como enfermedad, tanto el ascetismo como la homosexualidad van en contra del progreso de la especie al hacer que haya menos individuos que traspasan su material genético a nuevos individuos. Esto también ha sido negado por algunos, con los que estoy de acuerdo. Se ha observado que en las especies animales en que existe la homosexualidad se da una mayor cooperación entre machos. Esto supone que aunque lo individuos homosexuales llegaran a no tener hijos nunca, el grupo puede adaptarse mejor, ser más eficaz y por lo tanto permitir que sus crías puedan crecer con más probabilidad de éxito de reproducirse ellos mismo. Es curioso como funciona la naturaleza, permite o favorece que haya individuos homosexuales y esto ayuda al grupo a seguir reproduciéndose. Hay que señalar que el hecho de que la sociedad humana haya permitido hasta ahora la existencia de ascetas es por el mismo motivo, a ese grupo de gente se le permite no tener hijos a cambio de ofrecer una serie de servicios al grupo para que éste funcione mejor… o al menos así ha sido hasta ahora.

Y en definitiva, y volviendo al principio para cerrar, el hijo de Dios fue homosexual, así que, para que decir más.