Respuestas parecida a esta dí alguna vez durante los primeros meses de vida de mi hijo, aunque fueron menos de las que querría (aún tengo algo de vergüenza por perder pero estoy en ello, tranquilos). Lo cierto es que, más allá de lo divertido que fue ver la cara de alguno de los interlocutores, se trata de una de las preguntas más absurdas que me han hecho nunca. Realmente desespera ver como los grandes males de nuestra cultura se nos inculcan ya desde pequeños. Antes de seguir con esta breve reflexión tengo que decir que se lo difícil que es el ejercer la paternidad. No es mi objetivo criticar si no hacer reflexionar sobre como influimos sobre los niños. También tengo claro que mientras exista amor y respeto los males serán menores, pero es que soy perfeccionista por naturaleza. Sigamos pues.
¿Cómo un crío de unas semanas puede ser malo? Es realmente absurdo, la gente cuando hace este tipo de preguntas no es consciente de lo que está diciendo. Está claro que generalmente debemos traducir la pregunta a si duerme y come bien, etc. pero sobretodo a si llora mucho y si te deja dormir por las noches.
Desde que nacemos ya nos estan diciendo que llorar es malo, porque molesta a los demás. Al puto infierno con los demás, a mi lo que me interesa es sentirme bien y que mi hijo crezca confiando en si mismo, expresando y no reprimiendo, siendo consciente de que las cosas en la vida no son “buenas” o “malas”. Nos pueden hacer sentir bien o mal, pero de todas aprendemos y toda emoción tiene su utilidad y debe expresarse.
Nos reprimen y nos enseñan a dar un juicio de valor negativo a ciertas emociones: tristeza, miedo, ira, ansiedad. Una vez oí a un niño pequeño decir a su padre por la noche, en la calle: papá tengo miedo de la oscuridad, y el pobre de su padre le respondió: no tengas miedo que es una tontería, y yo estoy aquí contigo y no te pasará nada. Dí que sí, “dobledosis” de falta de autoconfianza y represión. El miedo es natural, hay que aceptarlo para que nos sea útil y hacerlo por nosotros mismos.
Si queremos que nuestros hijos se conviertan en adultos seguros de si mismos, equilibrados y que sepan sacarle todo el jugo a la vida debemos aceptar sus sentimientos, dejar que se expresen, permitir que aprendan por ellos mismos, de sus fracasos y de sus éxitos. Dejar que expresen de manera adecuada sus emociones.
Y el sexo, qué decir de la sexualidad durante la edad infantil. Nos hacen creer que no existe, nada más lejos de la realidad. La sexualidad forma parte del ser humano casi desde que nace. No hay nada mejor para conseguir que una emoción se potencia que negarla. Niega el miedo y tendrás miedo al miedo, niega la ira y te dará ira la ira, te dará pena la pena, y te excitará la excitación.
Aceptar la visión de la desnudez en la infancia, permitir la exploración de su propio cuerpo y el de sus padres, son las mejores maneras para evitar que de adulto se convierta (sobretodo en el caso masculino) en un adicto al sexo.
Mucha gente siente una gran irritación al oír el llanto de un niño. Es muy posible que, además de sentir la necesidad programada biológicamente de ayudar a una cría de nuestra especie, se despierte en nosotros el recuerdo de la represión sufrida de pequeños. Con frases como “no llores que sin llorar estás más guapo” o con acciones como usar el chupete en cuanto empieza el llanto es como se reprime esta necesidad básica. Negar partes de nuestro ser es la mejor manera para acabar siendo arrastrados por ellos. Probablemente si permitiéramos expresar a nuestros hijos libremente sus necesidades (pena, ira, miedo) a través de los medios naturales (llanto, grito etc) de adultos sufrirían menos de depresión, de ansiedad, de fobias, de baja autoestima etc. ya que gozarían de una mayor integridad personal.
Está claro que todos arrastramos un bagaje propio y que es difícil salir de la rueda en la que estamos inmersos. Pero mediante la autoobservación, la reflexión y la aceptación de nuestras propias limitaciones podemos hacer que la rueda se detenga de una vez.
Cuando oigas llorar a un niño no pienses que es malo, el sufrimiento no está en el llanto, el llanto es la expresión de una emoción. Reprimiendo el llanto reprimes la emoción, no permites que pase si no que provocas que quede estancada. Cuando oigas llorar a un niño no pienses en que deje de llorar, pregúntate más bien si tú has llorado lo suficiente, si no es así y si tienes valor llora tú con él.
“Bienaventurados los que lloran, pues de ellos es el reino de los cielos”.
Más información: www.awareparenting.com/spain.htm
¿Cómo un crío de unas semanas puede ser malo? Es realmente absurdo, la gente cuando hace este tipo de preguntas no es consciente de lo que está diciendo. Está claro que generalmente debemos traducir la pregunta a si duerme y come bien, etc. pero sobretodo a si llora mucho y si te deja dormir por las noches.
Desde que nacemos ya nos estan diciendo que llorar es malo, porque molesta a los demás. Al puto infierno con los demás, a mi lo que me interesa es sentirme bien y que mi hijo crezca confiando en si mismo, expresando y no reprimiendo, siendo consciente de que las cosas en la vida no son “buenas” o “malas”. Nos pueden hacer sentir bien o mal, pero de todas aprendemos y toda emoción tiene su utilidad y debe expresarse.
Nos reprimen y nos enseñan a dar un juicio de valor negativo a ciertas emociones: tristeza, miedo, ira, ansiedad. Una vez oí a un niño pequeño decir a su padre por la noche, en la calle: papá tengo miedo de la oscuridad, y el pobre de su padre le respondió: no tengas miedo que es una tontería, y yo estoy aquí contigo y no te pasará nada. Dí que sí, “dobledosis” de falta de autoconfianza y represión. El miedo es natural, hay que aceptarlo para que nos sea útil y hacerlo por nosotros mismos.
Si queremos que nuestros hijos se conviertan en adultos seguros de si mismos, equilibrados y que sepan sacarle todo el jugo a la vida debemos aceptar sus sentimientos, dejar que se expresen, permitir que aprendan por ellos mismos, de sus fracasos y de sus éxitos. Dejar que expresen de manera adecuada sus emociones.
Y el sexo, qué decir de la sexualidad durante la edad infantil. Nos hacen creer que no existe, nada más lejos de la realidad. La sexualidad forma parte del ser humano casi desde que nace. No hay nada mejor para conseguir que una emoción se potencia que negarla. Niega el miedo y tendrás miedo al miedo, niega la ira y te dará ira la ira, te dará pena la pena, y te excitará la excitación.
Aceptar la visión de la desnudez en la infancia, permitir la exploración de su propio cuerpo y el de sus padres, son las mejores maneras para evitar que de adulto se convierta (sobretodo en el caso masculino) en un adicto al sexo.
Mucha gente siente una gran irritación al oír el llanto de un niño. Es muy posible que, además de sentir la necesidad programada biológicamente de ayudar a una cría de nuestra especie, se despierte en nosotros el recuerdo de la represión sufrida de pequeños. Con frases como “no llores que sin llorar estás más guapo” o con acciones como usar el chupete en cuanto empieza el llanto es como se reprime esta necesidad básica. Negar partes de nuestro ser es la mejor manera para acabar siendo arrastrados por ellos. Probablemente si permitiéramos expresar a nuestros hijos libremente sus necesidades (pena, ira, miedo) a través de los medios naturales (llanto, grito etc) de adultos sufrirían menos de depresión, de ansiedad, de fobias, de baja autoestima etc. ya que gozarían de una mayor integridad personal.
Está claro que todos arrastramos un bagaje propio y que es difícil salir de la rueda en la que estamos inmersos. Pero mediante la autoobservación, la reflexión y la aceptación de nuestras propias limitaciones podemos hacer que la rueda se detenga de una vez.
Cuando oigas llorar a un niño no pienses que es malo, el sufrimiento no está en el llanto, el llanto es la expresión de una emoción. Reprimiendo el llanto reprimes la emoción, no permites que pase si no que provocas que quede estancada. Cuando oigas llorar a un niño no pienses en que deje de llorar, pregúntate más bien si tú has llorado lo suficiente, si no es así y si tienes valor llora tú con él.
“Bienaventurados los que lloran, pues de ellos es el reino de los cielos”.
Más información: www.awareparenting.com/spain.htm