El mystes preguntó al mystagogo: -¿Cómo puedo suprimir mis
instintos y pasiones?
A lo que el mystagogo respondió: -Siéntate en quietud y silencio,
centra toda tu atención en un objeto mental. Dedicate fervientemente
a la contemplación y al control de tu cuerpo y tu mente y...
-Pero maestro eso ya lo he intentado.
-No seas necio y déjame hablar, y es que si haces todo eso no
conseguirás jamás trascender tus pasiones. Si realmente quieres
sublimar tu sustrato animal y tu ego personal a lo que debes
dedicarte fervientemente es a entregarte a ellos. Alienta tanto como
puedas el fuego de la pasión hasta que sea reducido a cenizas. No te
prives de nada de lo que deseas, vence el miedo y lánzate a
experimentar el mundo de los sentidos.
Será entonces cuando tu cuerpo y sus instintos, tu mente y sus
pasiones, ya no te arrastren con ellos. Estarán allí pero podrás
observarlos con serenidad, jugar con ellos, y descubrir de manera
natural y sin esfuerzo que tu Ser radica en una raíz mucho más
profunda. Solamente cuando el animal que eres se eche a dormir, feliz
y saciado, podrás liberarte de sus demandas.
*Muchas veces no encontramos respuestas adecuadas a nuestras preguntas precisamente porqué es la pregunta la que no está formulada adecuadamente.
*Mystes: iniciado en los misterios báquicos. Mytagogo: aquel encargado de instruir en su doctrina a los iniciados.
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