Los
rituales dionisíacos no desaparecieron por completo jamás.
En
el sur de Italia, y hasta décadas muy recientes, ha existido el
fenómeno del tarantismo. Según la creencia cuando una mujer era
mordida por una tarántula ésta debía bailar hasta alcanzar el
trance puesto que era la única manera de sacar el veneno de su
interior. Sin duda la araña es una excusa ficticia, pero con cierto
trasfondo mitológico importante que ahora no voy a entrar a
discutir. En todo caso recomiendo este documental a pesar de estar en
italiano en el que podemos ver como las mujeres danzan al son de la
música frenética, convulsionan, giran sobre sí mismas hasta caer
agotadas, están en puro trance. Son las ménades y las bacantes de
la antigüedad que han conseguido alcanzar (casi) nuestros días,
movilizando sus energías psicofísicas para sanar. Volviéndose
locas para sobrellevar la locura del mundo.
Durante
la edad media y el renacimiento se dio en toda Europa otro fenómeno
similar: las coreomanías o bailes de san vito. Plagas de baile.
Alguien empezaba a bailar en mitad de la calle, y con el paso de las
horas más y más personas se añadían a la extática danza hasta
que ciudades enteras entraban en una locura de baile que solamente
acababa al caer exhaustos y derrotados en el suelo. Permitiendo que el cuerpo ex-prese podemos realmente sanar.
Coreomanía; de Hondius after Brueghel 1570 |
Y
no he sido yo el único, se puede googlear al respecto, en notar
cierta similitud entre las coreomanias y el fenómeno reciente del
harlem shake. Similar pero no igual, el harlem shake es preparado y
sobretodo no es extático. Y a pesar de ello su forma superficial, el uso de las máscaras y los disfraces, el elemento pseudo-erótico... nos recuerda que la
backheia de Dionysos solamente espera el momento adecuado para
resurgir de nuevo.
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