sábado, 23 de enero de 2010

¿Hacia donde vamos? O sobre la futilidad del progreso.



Como arrastrada por una corriente invisible, que nos empuja con una fuerza descomunal, la humanidad avanza. Desarrollamos ciencia, tecnología, medicina. Incrementamos nuestra comodidad material, nuestros años de vida y el conocimiento de la civilización. Consumimos nuestro planeta, seguimos enfrentados entre nosotros, dejamos el poder en mano de unos pocos para continuar con un sistema que parece funcionar, que parece que realmente nos lleva hacia delante.

Y sin embargo, ¿qué hemos conseguido realmente? En todas estas aparentes grandezas y dramas en pos de un bien mayor, ¿qué hay de verdaderamente digno? De entre todo este avance, ¿hay algo que realmente haya dignificado, elevado y sublimado la existencia humana? Nada.






Avanzamos ciegos, avanzamos ignorantes, avanzamos sin un rumbo, sin una motivación auténtica. Las respuestas hedonistas son una falacia, creamos más bienestar para las futuras generaciones: en polvo acabarán convertidas como nosotros mismos. Sin duda a veces me pregunto cómo es posible que ante todo este sin sentido, ante todo el torbellino, ante crisis económicas, ecológicas, humanas, vitales, cómo a pesar de todo esto el ser humano siga reproduciéndose. A veces realmente me pregunto si no llegará un día en que levante la vista de su cómoda vida o de sus vanas esperanzas que persisten en mitad de la miseria más absoluta, contemple la realidad que percibe y se diga: debemos extinguirnos. Dejar el susodicho avance, vana ilusión, y evitar sufrir a más seres humanos y al planeta en su conjunto.

Observo a mi alrededor y nos veo a todos ocupados en nuestros juegos de niños: en crear tecnología, en desarrollar la ciencia, en ser competitivo en nuestro trabajo, en preocuparnos porque el nuestro no nos gusta, en pensar que falta un día menos para el fin de semana, en dar importancia en definitiva a aspectos del ser humano que en esencia son fútiles. Nada de eso nos llevaremos a la tumba, nada de eso se valora como digno en el momento previo a expirar. Y entonces, ¿por qué seguir trayendo criaturas a este mundo?

Porque tengo la esperanza que llegue un día no en que el ser humano desespere al mirar a su alrededor, si no que sea capaz de observar lo que ha venido haciendo y sea capaz de darle un rumbo no solo a su existencia individual si no a la existencia colectiva e incluso a la existencia del universo en su conjunto.

La vida se reproduce siguiendo un impulso natural, derivado de las leyes físicas del cosmos. Sin embargo el ser humano tiene la capacidad de rechazar ese impulso. ¿Reproducirnos para qué? ¿Por qué hemos de hacerlo? ¿Tan sólo porque somos animales? ¿A caso es justo traer una nueva conciencia que va a sufrir y que en definitiva se va a tener que enfrentar al drama de la finitud de su propia existencia, de la muerte?
Progresar, ¿hacia dónde? ¿Qué perseguimos con tanto anhelo? ¿Aniquilar nuestro ecosistema tan sólo para jugar a la consola? ¿Hacia donde progresa la vida en sí misma? ¿A caso no tiende hacia un fin inexorable cuando la entalpía en el universo sea insuficiente para sustentarla?

Mientras no respondamos o, incluso aún más importante, no nos hagamos estas preguntas corremos el riesgo de un día decirnos a nosotros mismos: más nos valdría extinguirnos. Y si nos extinguimos sin haber ejercido nuestra obligación de contemplación nuestra existencia como especie en conjunto habrá sido en vano.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Estamos perdiendo nuestra humanidad avanzando en el camino tecnológico, excelente articulo felicidades

Javi dijo...

Gracias,

Aprovecho como de costumbre los comentarios para matizar mis opiniones.

En realidad ejerzo siempre un poco de abogado del diablo, no es que no quiera decir lo que digo en el post. A lo que me refiero es que en realidad el camino que estamos haciendo es el que debemos hacer, y en mi opinión es necesario atavesar esta fase para llegar a otra superior. Así que estamos perdiendo nuestra humanidad, tan solo aparentemente o temporalmente.

O al menos eso es lo que deseo y espero.

Unknown dijo...

Hola Javi,

gracias por invitarme a leer tu blogger, no sabía que tenías uno. Muy interesante. Aunque estoy de acuerdo en muchas cosas, especialmente en el tema de la búsqueda de un supuesto bienestar a cualquier precio bajo la filosofía de "si puedo tener más porqué debería tener menos", siento la necesidad de darte mi opinión y ejercer de abogada del otro lado ;) Ahora mismo estoy en el Delta del Ebro, muestreando la gaviota de Audouin, una gaviota autóctona del Mediterráneo a la que se procura proteger mejorando los conocimientos de su ecología trófica y distribución. Así que estos días estoy rodeada de gente, que independientemente de como son o dejan de ser, de la competencia inevitable que se genera entre ellos o del deseo que más de uno pueda tener de que llegue el fin de semana, les preocupa principalmente una cosa: dejar este mundo un poquito mejor. Bajo mi punto de vista hay mucha dignidad en la existencia de esas personas y una motivación profunda...y yo creo que eso sí que te lo llevas a la tumba. La tranquilidad de mirar hacia atrás por última vez y sentir que has hecho todo lo que has podido.
Creo que uno tiene hijos porque inexplicablemente, estáS seguro de que tus hijos serán mejor que tú. Más fuerte, más valientes y que posiblemente, formen parte de una generación (gracias a lo que tú te preocuparás de transmitirles) en el que se piense en el todo y no únicamente en el individuo.

Unknown dijo...

Hola Rocío,

Me alegro de que hayas leído el post y aún más de que hayas comentado :)

Quería comentar que aunque la humanidad aún está lejos de entrar en una nueva fase en que la principal sea la conciencia evidentemente en toda época ha habido gente dispuesta a desarrollar aptitudes altruistas.

El trabajo que hacen aquellos que intentan proteger nuestro ecosistema es muy digno, en mi opinión.

Y sin embargo continúo pensando que es un primer paso. Ciertamente implica mirar más allá de la comodidad inmediata pero me continúa faltando un porqué a todo esto, podemos intentar "salvar el planeta" pero tarde o temprano, cuando la estrella en la que orbita se vaya al carajo, el planeta también se irá.

Que su ecosistema perdure más o menos tiempo es importante? En vistas a la absurda grandiosidad espacio-temporal del universo en primer momento yo respondería que no.

Sin embargo pienso que sí es importante protegerlo pero no por el hecho en si mismo si no por lo que ello supone a nivel de conciencia. Y por último, y como le respondí a Toni, creo que nada de lo que ha hecho la humanidad hasta ahora es en realidad un error sino que es necesario para poder alcanzar una nueva fase. Es necesario sufrir y hacer sufrir para poder desarrollar esa "utopía" del amor.

p.d.: disfruta en el Delta