domingo, 23 de noviembre de 2008

(Poli)Amor natural versus la falacia de la monogamia.

Uno de los tabú que al respecto del sexo y las relaciones amorosas persisten en nuestra sociedad es el que hace referencia a la poligamia. La única opción ética y legalmente correcta que existe es la de la monogamia: la poligamia es ilegal en nuestro país, y el matrimonio supone un contrato de fidelidad (aunque cierto es que no define este concepto). Sin embargo múltiples pruebas apuntan a que el ser humano es una especie polígama por naturaleza, siendo la monogamia y la vida en pareja una convención social de unas pocas culturas (por más que éstas representen gran parte de la población mundial). Según Murdock, en su atlas etnográfico, un 84% de las culturas son poligámicas, aunque de estas 708 son en forma de poliginia (un hombre con varias esposas) y solamente 4 son también poliándricas (una mujer con varios esposos), no siendo ninguna tan solo poliándrica. Esto demuestra que la monogamia no es opción más común entre las culturas, aunque es cierto que es la de las de más éxito económico; también demuestra, pero ese es otro tema, la masculinización de todas las culturas.

Me parece de gran interés varios estudios realizados (como el de la UNAM) en los que parece demostrarse que hormonalmente aquello que podemos definir como amor (o quizá mejor es llamarlo enamoramiento) tiene una fecha de caducidad de aproximadamente 4 años. Este es el tiempo necesario para concebir una cría y cuidarla durante los años de su mayor indefensión. Este factor, aislado, daría como resultado que el ser humano es secuencialmente monógamo, que es de hecho lo que se da (o mejor dicho se acepta) con más frecuencia en nuestra sociedad. Sin embargo hay otros factores que apuntan a que el ser humano no es ni tan siquiera monógamo secuencial.
Tenemos los aspectos fisiológicos y anatómicos que según los científicos nos asemejan con las especies polígamas de primates (que son la inmensa mayoría). Por ejemplo, está demostrado que el sueño post-copula en los hombres tiene un origen hormonal: esto deja al macho dormidito mientras que la hembra pueda copular con otros machos lo que permite la competencia espermática. Por otro lado el hecho de que la mujer sea multiorgásmica y el hombre no apunta hacia el mismo hecho: el hombre con uno tiene para un rato, la mujer puede seguir con varios.
Además del hecho que ya he comentado sobre el porcentaje de culturas no monogámicas, alguna sociedad como la de los Mosuo no se organiza en parejas. Los hombres viven en casa de su madre (y sus familiares), y hace visitas nocturnas a múltiples parejas sexuales, aún siendo cierto que lo pueden ser durante largos períodos de tiempo. Las mujeres tienen igualmente varias parejas. Se tiene madre por tanto, pero no padre. Hay quien defiende que este tipo de sociedad es la original de la especie humana. Generalmente estas culturas no conocen la relación entre sexo y reproducción, aunque parezca evidente hace falta reflexionar sobre el tema para percatarse de ello. Algunos mantienen la hipótesis de que en el momento en que la sociedad relaciona ambos factores se establecen vínculos emotivos entre el padre y el hijo, y para asegurarse que el hijo es de uno se estableció el matrimonio (monogámico o no), así de triste. Como curiosidad, Platón planteaba un tipo de estructura social relativamente parecida en su República, en la que no existiría el matrimonio y en el que los hijos serían criados por la comunidad, sin conocer ni al padre ni a la madre.

Pero, a pesar de todo lo dicho, la prueba más evidente de la falacia de la monogamia (como única opción válida) es que las relaciones extramatrimoniales son algo totalmente común. En las especies monógamas (como en la cigüeña por ejemplo) esto no existe, y sinceramente no me imagino a la cigüeña teniendo que reprimir ningún sentimiento de lujuria “extramarital” (simplemente no lo tienen). Por tanto, si existe el deseo es que es natural, y si es natural, ¿cómo puede ser malo o perjudicial? Lo perjudicial es la mentira, el engaño, la represión y la culpa. El sentimiento de posesión es en realidad lo que lleva a mucha gente a desear la monogamia. La nuestra es una cultura en que lo mío es solo mío y tengo poder exclusivo sobre ello (decimos “mi hijo” y “mi moto”, en ambas expresiones se denota posesión, y no por ejemplo hijo de mi cuerpo, que sonará raro pero es lo cierto).

El poliamor es cualquier tipo de relación en que se permiten otras relaciones, sexuales y/o amorosas, duraderas o no. Las variaciones de esta práctica son muchas existiendo acuerdos muy diferentes: desde en los que conviven más de dos personas, hasta los que siendo emocionalmente monógamos permiten las relaciones sexuales fuera de la pareja. Probablemente el poliamor es en realidad la opción natural y original, y para nada es excluyente con el amor que podamos sentir por alguien (y que va más allá del aspecto hormonal de enamoramiento de los cuatro años). Supone además una relación sana, nada posesiva, respecto al compañero o compañeros. Cuando se ama a alguien de verdad se entiende que no se posee a esa persona ni emocionalmente ni, mucho menos, físicamente.

(Imágen de la portada del libro "Las virtudes del poliamor" de Yves-Alexander Thalmann)


“…la posesión de las mujeres, los matrimonios y la procreación de los hijos deben, conforme al proverbio, ser todos comunes entre amigos en el mayor grado posible.”
La República, libro IV. Platón.

Un par de links:

http://www.poliamoria.com/

http://www.spanish.xinhuanet.com/spanish/2005-07/27/content_144115.htm (acerca de los Mosuo)


2 comentarios:

Augusto dijo...

Muy interesante el tema, en verdad parece que la monogamia es indisoluble de las ganas de poseer y la dependencia, pero habría que ver, ¿de qué manera se maneja esto de la poligamia en las otras culturas?, ¿no se valen también, de este afán de posesión y mercantilismo?. Respecto a lo de que la mujer es multiorgásmica y el hombre no, me parece una afirmación dudosa. ¿Habeís leído el hombre multiorgásmico de Mantak Chia?, yo aún no, pero habrá que ver.

Saludos!, e interesante blog.

Javi dijo...

Saludos!
Pues ciertamente la poligamia en la mayoría de culturas se traduce en poliginia (es decir un hombre con varias mujeres) y ciertamente en este caso suele ser como dices. Sin embargo a mi entender la verdadera poligamia es en el doble sentido, y esto se da en muy pocas culturas (como los mosuo en China), en este caso la posesividad no se da en estos términos.

Respecto a la capacidad multiorgásmica del hombre, seguro que es real, pero es en todo caso una potencia a desarrollar, no algo innato.

Gracias por leer!